Sabor del medievo con San Marino La república anima la tarde con un desfile de la Federación de Ballesteros del país.

El secretario de estado de Turismo de San Marino, Antonello Bacciocchi, presentó ayer los desfiles tradicionales de su país que llenarán de sabor medieval la Expo.

Las actuaciones tendrán lugar hoy y mañana, de 19.00 a 20.00 horas y estarán a cargo de la Federación de Ballesteros Sanmarinenses.

A pesar del nombre del grupo no será una competición de tiro, ni mucho menos, sino una auténtica recreación de lo más vistoso del mundo medieval.

El grupo y su espectáculo es un símbolo de San Marino, y la historia de la representación se remonta a tiempos en que los ballesteros sanmarinenses eran una auténtica unidad de élite de defensa.

El día 3 de septiembre, festividad del país en honor al santo patrón Marino, se celebraba el Torneo de las ballestas grandes, una competición que servía para mantener a los hombres entrenados y las armas en perfecto estado.

En el pasacalles intervendrán los ballesteros, pero no estarán solos. Entre los 32 componentes de la comitiva habrá también Bandereros, que protagonizan un elegante espectáculo con enseñas que ellos mismos fabrican.

Las figuras que componen están inspiradas en la necesidad medieval de guiar a los distintos cuerpos del ejército. Es la primera vez que traen su espectáculo a España.

Para terminar de ambientar la marcha estarán los músicos, trompetistas y tamborileros que evocan los toques de la música militar en la batalla.

Completando el mosaico llegan los figurantes, un grupo de actores ataviados con los trajes típicos medievales de San Marino, que bailan danzas tradicionales.

Al frente de este grupo se sitúa el abanderado oficial de San Marino y el portaestandarte de la Federación de Ballesteros.

La cabalgata comenzará en la plaza Expo, junto al pabellón de Italia, país que ejerce de anfitrión para San Marino en la muestra, al no tener su propio pabellón.

Tras atravesar la Avenida 2008, terminará en la plaza Aragón. El secretario de turismo manifestó su confianza en que esta presencia sea “una gran oportunidad” para la gente de conocer su país, como lo hacen cada año “10.000 turistas españoles”.

Si no van, los visitantes tendrán al menos una pincelada de la tradición de la república.